La luna de miel es un viaje único y especial, que no debe ser considerada a última hora o dejar para el final. Es super importante que luego de tantos preparativos la pareja se de un espacio privado para los dos, donde consigan aislarse de la rutina diaria y del trabajo, para empiecen con pie derecho su vida conyugal.

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Lo ideal es planearla y considerarla dentro de nuestro presupuesto para la boda, organizarla con tres o cuatro meses de anticipación, esta es la clave para que esos días sean totalmente inolvidables. Por estos motivos es que se deben considerar varios detalles para que todo este en orden desde el principio:

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*EL PRESUPUESTO PARA REALIZAR EL VIAJE: Es muy importante considerarlo desde el principio, debemos tomar en cuenta los gastos que se generarán dentro del viaje: alimentación, hotel, paseos turísticos.

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*DESTINO: La pareja debe pensar en los gustos y preferencias de ambos y buscar un lugar en que los dos puedan disfrutar. Una muy buena opción sería un lugar que no conozcan ni que hayan visitado ninguno de los dos, de esta manera todo será nuevo y la aventura consistirá en descrubrir todo juntos como pareja.

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*EL HOTEL: La pareja debe saber aprovechar los paquetes turísticos donde el servicio de hospedaje incluya el traslado del terminal aéreo o terrestres hasta el hotel, la alimentación de desayuno, almuerzo y la cena, donde hasta los espacios para divertirse se incluyan en el pago.

 

*OBJETIVO: Lo que debe buscar la pareja es tiempo para relajarse, disfrutar y sobre todo descansar en compañía de su otra mitad, por eso es importante pasarla bien aunque sea modestamente.